El viernes pasado, participé en un vuelo, yo no volé pero otros lo hicieron y fue grandioso. La verdad es que no me apunté a la lista de participar porque ese día mi hija pequeña estaba en casa, pero chumineando en el Skipe, marqué a Jose Luis y me vi inmersa. Bueno aunque hice los ejercicios y toda la preparación que implica, no pude volar como Felipe y Betina, pero estuve de oyente y al final del vuelo, Nazareth me trajo a Kiko. Bueno ese momento lo había imaginado mil veces y tenía millones de preguntas, pero me impactó tanto, que no supe hacerle preguntas, solamente si me quería y alguna más. Pero lo que me boqueó del todo y aún estoy flipando, es que cuando Kiko acompañado de Nazareth se acerca a Betina, ésta dice que está cómo leyendo una revista y tocándose la zona de los labios. En ese momento me iba a morir, pero de alegría, porque ese era su gesto cuando leía, tocarse la barbilla y la zona de los labios. Ya no me hizo falta nada más, ahí lo tuve todo, si antes estaba convencida de que Kiko estaba en el azul, ahora lo grito a los cuatro vientos.
Fue un momento felicísimo, del que nunca dejaré de dar gracias. Aún no me he atrevido a volverlo a escuchar, porque me embarga una emoción muy fuerte.
Fue un momento felicísimo, del que nunca dejaré de dar gracias. Aún no me he atrevido a volverlo a escuchar, porque me embarga una emoción muy fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario