Mi quinto vuelo
Hemos empezado imaginando una pradera y el cono de luz. Las personas dentro nos hemos saludado y cogido de la mano. De los corazones ha salido un llamita que se han juntado en una llama y hemos atravesado el espacio muy colorido hasta llegar a la estrella. Allí nos hemos individualizado y entrado en el templo y cogido el polvo de estrellas. Esta vez he visto el baúl azul y con clavos dorados y me he cogido todo el polvo de estrellas y me lo he metido dentro de mí. Al ir a salir han empezado a haber problemas técnicos continuos que ha provocado el que José Luis volviera a empezar la relajación, pero yo lo estaba viendo todo más nítido que nunca antes y no he seguido sus pautas. He visto a Dolors fuera del templo y me he quedado con ella esperando a que el resto volviera. Ha sido muy agradable y cuando han vuelto José Luis ha preguntado si alguien había entrado y yo le he dicho que ni siquiera había vuelto a hacer la relajación y le he explicad o que me había quedado esperándoles y entonces ha propuesto que fuera Dolors la que dirigiera el vuelo.
Dolors me ha cogido de la mano y hemos empezado a trotar por la pradera que era muy luminosa como si hiciese mucho sol y de pronto me he visto que estaba en unas montañas como de Suiza, un paisaje muy luminoso y bonito y había encima de uno de los montes una casita blanca pequeña y al lado de la puerta había un señor con barba y pelo blanco vestido como un pastor suizo, con camisa blanca, chaleco y pantalón de pana y alpargatas y llevaba un bastón. Me he acercado y le he abrazado por indicación de José Luis y me ha hecho un gesto de que entrara en la casa.
En el interior había una sala con un hogar y el fuego encendido y había un corro de niños y enseguida he empezado a ver a los niños y jóvenes que veo siempre, a Dunia que se me ha cogido de una pierna, Víctor que intentaba bajarme el pantalón y me lo he tenido que sujetar, a Little Bill que ha empezado a escalar a través de mí hasta que me ha llegado al cuello. Luego he visto a Tristán, Aday y Manuel que siempre los veo y la habitación era circular y en un momento dado ha entrado Jesús y detrás de él María y detrás venía mi madre mi padre y mucha más gente que ha empezado a entrar y la habitación se ha ido haciendo más y más grande y había como gradas de piedra que iban en aumento para dar sitio a todos los que entraban y al final éramos muchas personas. Los niños en primera fila e iban hacia arriba por edades.
Hemos cantado la canción de luz de Jesús, que es luz, no hay sonido. Se ha iluminado su corazón y su luz ha pasado a todos los corazones y de ahí a las gargantas y salía por nuestras bocas y se formaba un haz enorme de luz que salía por el techo y he visto la casita desde afuera y como un rayo laser que salía hacia arriba y se perdía en el cielo. Y me he dado cuenta de que la casa por fuera era pequeño pero por dentro era muy grande y era como una parábola de que lo que importa y llena es el interior.
Cuando se ha terminado la canción Jesús se ha sentado con todos. José Luis ha preguntado por Ailin y yo he visto a una niña que se ponía en el centro de la habitación y le he echado polvo de estrellas que salía de mi interior a través de mi mano. Luego la he abrazado y ella a petición o por indicación de José Luis le he dicho que abrazara su madre y lo he visualizado como la otra vez, que la niña abrazaba a una silueta blanca azul de energía que era su madre.
José Luis ha llamado a Santi y también ha venido al centro y estaba con ellos, los tres, Ailin, Santi y yo y Santi estaba muy alegre y cuando ha abrazado a su madre, no sabía si era a su madre o a su abuela, pero luego he visto que abrazaba a Ariela, a su abuela y a su hermana Agus y no sólo las abrazaba sino que se ha convertido en un ser de energía y ha empezado a girar rápidamente alrededor de las tres y me ha emocionado mucho el verlo.
No sé en qué momento pero me he dado cuenta de que el señor del pelo blando del principio, el pastor suizo era Don Lupe el padre de Lety que iba vestido así y él ha abrazado a su hija y han hablado entre ellos.
Después en el círculo de personas he visto que se unían por grupos. He visto a mi madre y la he abrazado y se me han ido las lágrimas pese a que Dolors intentaba serenarme con golpecitos, también mi padre y luego he visto a Pilar, la pareja de mi hermano Jesús que se fue igual que Dolors pero tres meses después y me ha entrado mucho llanto porque me ha venido la imagen clara de la última vez que hablé con ella por teléfono que me llamó para preguntar por Dolors y le tuve que decir que se había ido al otro lado y estuvimos llorando más de media hora por teléfono. Las lágrimas me han mojado la barba y se me metía por la boca y tenía gusto salado.
En un momento dado, no recuerdo ahora con exactitud, ha venido Nazareth pero ella en vez de andar venía flotando y mientras Maria Angeles hablaba con su hija yo me he dedicado a estar con Dolors y tanto Nazareth como Dolors nos decían que no había que llorar. Ha habido un momento en que he visualizado a Nazareth y tan pronto la veía con su forma, con su cara como que veía a Julie Criste en la película “Sonrisas y Lágrimas” y me he dado cuenta de que el paisaje que vía eran los Alpes Suizos como en la mencionada película.
Después han empezado a salir todos de la casa y la montaña que era muy verde se ha empezado a cubrir de personas que la bajaban corriendo y que me daba la impresión de que eso en la vida real hubiera acabado en un manporrazo y caídas, pero nadie se caía y cubrían la montaña de manera que al llegar a la falda, como todos iban de blanco, es como si se hubieran convertido en nieve y yo veía la montaña con nieve menos la parte alta que seguía verde con la casita en la cumbre y Don Lupe que era el único que no había bajado. Los últimos en salir han sido Jesús y María que se han transformada en luz dorada y han salido volando del lugar.
Luego en la falda de la montaña José Luis ha dicho que llamara un tal Álvaro y ha venido un chico muy alto, yo estaba por decir que medía uno noventa, pero no me atrevía y he dicho 1.80, pero luego su madre ha dicho que medía 1,90. Ha estado hablando con su madre y según lo que ella decía Alvaro se partía de risa, ha habido un momento en que veía que echaba la cabeza hacia atrás de tanta risa y se daba golpes en el vientre con las manos. Me ha cogido por el hombro y era muy simpático y muy guapo. Lo más curioso de todo es que después del vuelo se me ha ocurrido mirar unas fotos y había un tal Alvaro que era igual al que yo había visto y preguntado me han dicho que sí, que ese era Alvaro, el hijo de Oti. Me he quedado bastante asombrado.
Dolors me empezaba a decir que nos teníamos que ir pero seguíamos hasta que Encarnita lo ha dicho de parte de su madre yo he dicho que Dolors hacia un rato que me lo decía. Me he despedido de ella y ha subido como un rayo por la montaña y se ha sentado al lado de Don Lupe y nos decían adiós con las manos. Luego toda la montaña se ha llenado del todo de como flores que nos decían adiós.
He vuelto al templo para cerrar el baúl y luego nos hemos metido en el cono de luz, nos hemos transformado en llamita y luego en llama que ha iniciado el vuelo de regreso a la inversa.
Mariano
Mariano
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