Pepa:
Mi primer vuelo.
Mi primer vuelo…
Viernes 28 de marzo experimenté mi primer vuelo, creo que fue una “encerrona” por Plácido (mi marido) y José Luis. De otra manera no lo hubiera hecho, siempre me he negado a mi misma la capacidad para hacerlo, excusándome que ya lo haría más adelante cuando estuviera preparada. Tras la meditación y salida del templo, José Luis me invita a contar…lo que estaba sintiendo ó percibiendo…no me causo extrañeza su invitación y me dejé llevar…sentía el frescor de la hierba, en mis pies descalzos, una túnica de tejido muy sutil envolvía mi cuerpo hasta más bajo de la rodilla, mi pelo largo (por los hombros) se movía por una fresca brisa, con los brazos abiertos empecé a girar disfrutando de la naturaleza me sentía feliz y ligera, los tulipanes abundantes salpicaban toda la pradera…eran raros…de tallo largo y serpenteantes cerca de la flor, a lo lejos entre dos montañas veo el mar…José Luis me dice; que si puedo volar baya volando hacia allí…vuelo como si fuera habitual en mi, el agua es de color turquesa, José Luis me dice; que me meta en el agua y disfrute…comento; que el agua es estática, me echo sobre ella y miro el cielo de un azul intenso y limpio (sin nubes), observo a mi alrededor y todo me parece raro…pero muy bello, es como si todo el paisaje que me rodea fuera , no se, ¿estático? Pero…siento que todo tiene vida, sigo echada sobre el agua pero no me mojo, José Luis sugiere que busque algún árbol, veo dos ó tres y vuelo hacia ellos…paro junto a uno muy frondoso…con el tronco gordo, lo abrazo y su contacto es suave y mullido, intento trepar por el…pero no puedo resbalo y me sorprende que no me raspe las rodillas, lo intento de nuevo y no puedo miro al árbol y le digo; ¡nanay que no subo! Siento que se sonríe y que juega conmigo, veo un sendero a mi derecha y lo sigo al poco siento que e de salir y dirigirme a mi derecha…estoy sobre una montaña de arena (duna) mis pies se hunden en ella, noto que me observan pero no veo nada le pido a Encarnita que me ayude, coge mi mano me tranquiliza y me indica que me deje llevar por lo que siento, volvemos a la pradera, veo la cara de mi hijo, lo abrazo y caminamos juntos él pasa su brazo derecho sobre mi cintura…no hablamos, no tenemos necesidad…solo mirándonos nos entendemos…su cara desprende felicidad, continuamos andando Encarnita nos sigue…pregunto por mi bebé…pero no lo veo, nos sentamos en un banco y siento la presencia de tres personas, nos abrazamos, distingo entre ellas a mi abuelo, sin hablar nos entendemos, a su lado mi padre…sonriente, me dice que se siente feliz de que vivamos en la casa familiar, que no haga caso de nada y que me deje guiar por mi instinto, siento una presencia “bajita” nos abrazamos…es de unos seis años…siento que es mi bebé…le digo que se presente de mayor y me dice que no, me angustia no ver su cara (quiero conocerlo) sigue abrazado a mi y me da mucho amor, cerca del banco siento una presencia muy grande está junto a un árbol nos acercamos yo estoy muy nerviosa…me abraza y siento un hormigueo alrededor de mis hombros y espalda, me siento insignificante ante la inmensidad de esta presencia, a su lado distingo otra más baja…con un tocado sobre su cabeza…siento quienes son…estoy muy nerviosa… Encarnita me dice que es muy hermoso y que me deje llevar…pero…le pongo freno a mi mente y bloqueo mis sentimientos…diciendo que no estoy preparada… (es como si yo no me sintiera digna de estar en su presencia), pido que continué otra el vuelo, me quedo sentada en el banco con mis hijos, y continua Mª Ángeles……
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