viernes, 10 de febrero de 2012

Una experiencia de “El vuelo de la mariposa”. La mascota de Nesty.

Una experiencia de “El vuelo de la mariposa”. La mascota de Nesty.

Mediante esta experiencia nos comunicamos con los seres queridos traspasados.
Voy a contar lo que sucedió durante una experiencia con Vuelo de la mariposa. Veremos que una vez más se confirma que la muerte no separa lo que ha unido el Amor, y que ese lazo es tan poderoso que, además de unir a las personas más allá de la muerte, actúa de la misma forma con nuestras mascotas
Aquel día, había quedado en mi casa con una joven que quería comunicarse con su sobrino. Era ésta su segunda experiencia… Pero, antes de continuar, permitidme que puntualice algunos antecedentes, necesarios para hilar el relato.
En su primera vivencia con Vuelo de la mariposa, además de conectar con su sobrino, pudo también comunicarse con Nesty; un chico cubano que vivía en Canarias con su hermana y que había fallecido recientemente. Coincidió que cuando se produjo el óbito estaba con ellos la madre, que se había desplazado desde su tierra, para pasar una temporada en España.
Un par de meses después de aquel primer contacto, me telefoneó la madre, para decirme que tenía que regresar a Cuba y que se sentía muy triste porque dejaba aquí a su hijo.
Le aclaré que ahora su hijo no estaba en un lugar o en otro, sino que permanecía en los corazones de todas las personas que le aman, y que su hijo estaría con ella en Cuba, sin por ello dejar de estar con su hermana. Aunque no terminó de asimilarlo, saber esto le animó un poco.
Coincidió que unos días antes de esta conversación, había quedado con la joven protagonista de este relato para intentar una segunda experiencia. Si bien la primera vez le había mostrado la fotografía de Nesty con el propósito de entrevistarnos con él, en esta ocasión ni tan siquiera lo había pensado. Sorprendentemente sin embargo, fue Nesty quien se presentó llegó y nos dijo que en esta ocasión el sobrino de la joven no vendría.
Estábamos hablando con él, cuando recordé la conversación que había mantenido con su madre recientemente, y le pregunté:
-“Nesty, ¿tú estás ahora en Cuba con tu madre? –Sí-, respondió.
-¿Y con tu hermana en Canarias? –Sí-, volvió a decir.
-¿Y con nosotros aquí ahora? -Sí...
Entonces, sin darme tiempo para volver a preguntar, extendió sus manos, y mostrando a la joven un perrito dijo: -¡Y con éste!
Seguidamente le pregunté:
-¿Y ese perrito dónde estaba, en Canarias o en Cuba? –En Cuba-, contestó.
Cuando terminamos El vuelo… escribí un e-mail a su hermana contándole lo que había pasado.
Cuando al día siguiente abrí el correo, tenía dos mensajes. Uno lo enviaba la hermana y el otro la madre desde Cuba. Ambos confirmaban la información que nos había dado Nesty: Efectivamente, cuando un par de días antes, la madre llegó a Cuba, se enteró que el perrito de su hijo había muerto. La familia había decidido no decírselo para evitarles el disgusto. Por esa misma razón, la madre aún no se lo había contado a la hija.
Es decir, la hermana se enteró de lo sucedido con la mascota de su hermano, cuando leyó el mensaje que yo le envié. Una información que yo supe porque nos lo contó él mismo.
Una información que apoyaba no sólo la realidad del contacto con una persona traspasada, sino que, una vez más, manifestaba que las mascotas nos siguen más allá de la tumba.
jose luis de la Rica. elvuelomariposa@gmail.com

1 comentario:

  1. Qué linda página que armaste Jose!!! Te felicito!!! Te quiero mucho!!! Un besazo!!! Anabel.

    ResponderEliminar